¿Te has preguntado alguna vez qué estilo comunicativo tienes?

¿Por qué nos sentimos identificados con determinados discursos y no con otros?

¿Decimos lo que realmente queremos decir o comunicamos según lo que se espera de nosotros?

Hoy es un día perfecto para plantearme estas preguntas de la mano de Silvia Pizzi.  Porque creo sinceramente que la oratoria es un arte que nos conviene descubrir a todos los profesionales. Es un tema que me interesa mucho y quiero contaros que recientemente he tenido la oportunidad de poder trabajar con Silvia, disfrutando todos y cada uno de los minutos de nuestras sesiones de trabajo.

Su estilo es directo y emocional. Silvia ha nacido para comunicar de una forma que te atrapa y te deja huella. Además de ser una excelente locutora y speaker, es una formadora única, pues nos muestra el camino sutilmente, con elegancia. Silvia es una profesional con un estilo pedagógico que me convence plenamente: mucha conversación y grandes resultados.  Cuento con ella para un nuevo proyecto que podremos compartir con vosotros dentro de poco.

Mientras tanto,  busca un espacio libre de distracciones, resérvate este rato para ti y acompáñanos para conocer a Silvia un poco más a través de  esta entrevista:

 

El arte de la comunicación es el lenguaje del liderazgo.

James Humes

 

  1. Comenzamos con la primera pregunta de esta sección, Mujeres que inspiran, relacionada con la influencia de los buenos docentes en nuestras vidas: Silvia, ¿puedes comentarnos qué profesor o profesora te ha dejado más huella y en qué sentido?  

Si tengo que nombrar a uno entre tantos, cuando leí la pregunta el primero que volvió a mi vida, que en realidad nunca se fue. Es mi profe de locución de la Universidad en la ciudad de Córdoba, CLAUDIO SOLANAS. El tenía un estilo rígido, casi implacable a veces, a la vez amoroso y comprensivo.

Te llevaba por caminos que una creía que nunca sería capaz, exploraba tus límites para ir un poco más allá, te demostraba que siempre se podía más. Me enseño el amor por el buen hablar, me enseño que yo podía, que siempre podía, que el camino se lo hace uno al andar.

Hace un par de años lo volví a encontrar, nos dimos un abrazo tan apretado y sincero que en ese instante volvieron todas las emociones que viví en la universidad, volví a sentirme una adolescente en busca de mi camino. Gracias profe por eso.

 

  1. ¿Qué libros te han influido de forma especial y qué destacas de cada uno de ellos?

 

Tengo una cuestión bastante especial de los libros, leo muchos, los dejo a la mitad, voy al final, vuelvo al principio, adapto mi lectura según mi necesidad del momento. Me gustan mucho los libros de superación personal, los que dejan una enseñanza, los que te mueven el interior. Muy pocos libros he terminado de leer en la forma correcta… inclusive varios los retomé luego de un tiempo. Mi lectura tan particular de  los libros  habla a las claras de mi personalidad.

 

  1. Y ahora – cómo no- hablamos de los profesionales (mujeres y hombres) que más te han influido. ¿Qué rasgos compartían? ¿Qué nos puede enseñar todo esto en nuestro desarrollo profesional y personal?

 

Los primeros profesionales que me han influido fueron mis padres. Mi padre desde chico y por su situación económica precaria, tuvo que ganarse la vida desde muy pequeño, fue mi ejemplo de que se puede llegar, siempre más lejos, con trabajo, perseverancia y honestidad. Él era Martillero-rematador, desde que tengo uso de razón lo vi trabajando con un micrófono.

Y mi madre, una mujer de buen pasar económico con su familia, que desafió a los mandatos de la época, eligiendo estudiar en otra ciudad (cuando eso no estaba bien visto), cuando lo habitual de su tiempo era formar una familia y hacerse cargo de ella (también lo hizo). Ella repartía su tiempo en estudiar, enseñar, mi crianza y los quehaceres de la casa (también tuvo un padre que fue su pilar). Ha sido y es mi espejo, quiero verme toda mi vida reflejada en esa mujer poderosa y atrevida que hizo lo que amaba sin esperar el qué dirán.

Y en cuanto a lo que a mí me enseñaron en lo profesional, es imposible separar lo aprendido y vivido en forma personal con ellos, como para que no impacte en mi vida profesional. Soy lo que soy y doy lo que doy porque primero me afiancé como persona y con esas virtudes y también defectos ¿por qué no? Forjé mi propio camino profesional.

 

  1. Me encantaría que las jóvenes profesionales y futuras líderes leyeran esta entrevista para que puedan nutrirse con tu interesante trayectoria profesional como locutora, comunicadora, periodista y formadora.  Por esa razón te voy a pedir que nos  ofrezcas algunas claves sobre el arte de la comunicación.
Silvia Pizzi

 

Les puedo recomendar mis claves:

  • Ser auténtico siempre
  • Ser feliz con lo que hacemos
  • Capacitarnos
  • No darnos por sobrado que sabemos todo
  • Utilizar las herramientas de un buen hablar
  • Manejar nuestra comunicación no verbal
  • Gestionar nuestras emociones
  • Aprender a leer a nuestro público
  • Conectar con el momento que vivo

 

 

 

    1. Como bien has señalado en diversas ocasiones, la comunicación forma parte de nuestro día a día, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Sería muy útil para todas que nos ofrecieras algunos consejos para expresarnos, siendo fieles a nuestro propio estilo.

 

  • Ser claros y concisos al momento de comunicar
  • Ser naturales y espontáneos
  • Elegir las palabras correctas en el ámbito y contexto que estoy
  • Comprender que lo primero es definir a quien le voy a decir
  • Lograr conectar con mi receptor, poniéndome en su lugar
  • Respetar que cada observador es único
  • Ser respetuoso, cálido, y calibrar con mi interlocutor
  • SIEMPRE PONIENDO NUESTRO CORAZÓN.

 

  1. Silvia, quisiera terminar con unas pinceladas más personales ¿Qué valores, pasiones y aficiones te definen?

La pasión es un marcador indispensable tanto en mi vida personal como profesional, soy una persona intensa (a veces demasiado) que se guía con su instinto y corazón, que aprendió que las diferencias nos aportan, y que hay que buscar nuestro propio camino.

La lealtad, la reserva, la confianza, la constancia, la honestidad, son los valores que me enseñaron desde chica y a ellos me sigo aferrando. Me gusta bailar, me encanta, siempre me ha gustado el arte, estudié danzas, pintura, piano, tengo mis castañuelas de chica cuando bailaba flamenco.

Amo mis charlas con amigas, viajar y experimentar nuevas oportunidades que me lleven a mis limites profesionales.

 

Creo que mucha gente está empezando a decir lo que realmente quiere decir (cuesta muchísimo)

 

  1. Al comenzar esta entrevista me preguntaba sobre nuestro estilo comunicativo, sobre los discursos con los que nos identificamos y sobre el hecho de si realmente sabemos decir lo que realmente queremos decir. Y Silvia nos regala también su visión:

 

Me lo he preguntado cada día de mi vida profesional y me lo sigo preguntando. Lo que ocurre es que creo en el cambio constante y permanente. El estudio, la capacitación, las nuevas modalidades de comunicar hacen que debamos cambiar constantemente en este mundo de la comunicación según la necesidad comunicacional de nuestros públicos.

Soy una comunicadora estudiosa, buscadora, me considero creativa en mis aportes, pero sobre todo nunca podría hacer lo que hago sino fuera porque en cada cosa que emprendo pongo todo mi corazón. Mi estilo es absolutamente emocional, no puedo dejar de sentir la emoción del mundo en que me muevo para devolvérselas en cada entrega mía. Adapto constantemente la emoción a la razón, siendo yo, natural y espontánea, con algunos toques de humor y locura que siempre me han identificado.

Nos sentimos identificados en primera instancia con la persona quien dice ese discurso. La sentimos, la hacemos parte nuestra, la convertimos en nuestro ideal, la elegimos como ejemplo a seguir porque la admiramos y nos motiva. Otra de las razones es porque nos llega de cerca su historia, nos sentimos parecidos a quien lo dice, porque tenemos cercanía con lo que ha vivido o vive. Cualquiera de estas razones hará que lo que diga nuestro orador sea menos importante  que quién  lo dice.

Luego, quizás la más fuerte y poderosa razón es la identificación por reflejo, por efecto espejo, queremos ser un poquito como quien dice ese mensaje. Algo de lo  que hace o dice ese orador, nos toca tan de cerca en nuestra vida que sus discursos llegan para quedarse.

Creo que mucha gente está empezando a decir lo que realmente quiere decir (cuesta muchísimo), aunque considero que, por el efecto del conformismo social, la búsqueda continua de aceptación, las decisiones condicionadas, el qué dirán, las elecciones sin libertad, la gran mayoría hace lo que se espera de él o ella. Y es lamentable, porque no podemos andar por la vida, diciendo o haciendo lo que los otros esperan o quieren de nosotros, porque en el camino perdemos el Uno mismo, nuestro ser, nuestra esencia, para ser algo o alguien que otro espera y que en realidad no somos.

Si en cada mensaje somos lo que los otros quieren o esperan, al final del camino no sabremos quien está comunicando en realidad. Se pierde la autenticidad, la naturalidad, la espontaneidad, se pierde la alegría y la eficacia de comunicar al no decir lo que realmente queremos. Nos perdemos al verdadero yo.

 

Muchas gracias, Silvia, por haber aceptado esta invitación y por contribuir con tu trabajo al conocimiento de las técnicas de oratoria y de la comunicación eficaz. Puedo decir sin pudor que me he sentido muy cómoda actualizando mis estrategias comunicativas contigo.

 

Puedes seguir a Silvia Pizzi  aquí:

 

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Y por último, os dejo esta charla grabada el pasado junio, un momento clave para todas nosotras y todos nosotros. Charla para Congreso Virtual de Liderazgo Femenino, Fundación Ciencias de la Documentación